Cuarto grado prometió en Rosario lealtad a la bandera Argentina
Como desde hace varios años, en el marco del proyecto Embanderados que nuclea a doce escuelas de la Red de Escuelas Judías de Argentina, nuestros alumnos de cuarto grado viajaron a la ciudad de Rosario para prometer lealtad a la bandera Argentina, en el monumento de la bandera.
Nuestros chicos se encontraron con alumnos, docentes y directivos de colegios de Santa Fe, Mendoza, Tucumán, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la ciudad de Rosario. “El primer día transcurrió en San Lorenzo, conocimos el Convento de San Lorenzo, el museo Sanmartiniano y el Campo de la Gloria. Allí recreamos la famosa batalla de San Lorenzo”, contó nuestra directora de la primaria, Natalia Sucari.
Fuimos recibidos por grandes anfitriones en el club U.S.A.R. de la comunidad judía de Rosario. “Nos recibieron como siempre con gran cariño e hicimos una visita a su templo, donde nos esperaba su Rabino”, completó la directora.
Entre todas las escuelas, compartimos una vivencia judía durante la que se cantaron distintas canciones. Además, se visitó la Isla de los Inventos, que es un museo para niños con actividades recreativas y educativas. “Se usa el papel reciclado y hay actividades relacionadas con la ciencia, con las emociones y de lo más variado”, relató Natalia.
Los alumnos también visitaron el acuario de Rosario para conocer la fauna y la flora del río Paraná. Pudieron identificar especies de peces típicos de la zona acompañados por el resto del alumnado proveniente de las otras escuelas.
El broche de oro fue la promesa a la bandera en el Salón de las Banderas, que forma parte del Monumento. “Un delegado del gobierno de la Municipalidad de Rosario tomó la promesa a todos los alumnos. Fue un momento muy emotivo”, contó la directora.
Para los chicos fue una experiencia enriquecedora en muchos aspectos, tanto en lo educativo, social como en el plano recreativo. Conocieron compañeros de su misma edad de otras escuelas con los que seguramente se volverán a encontrar en otros eventos. Esta primera actividad autónoma como grupo, lejos de sus familias, significó una vivencia de gran crecimiento para nuestros niños.